Jang Tae-San (Lee Jun
Ki) es un gángster de poca monta que ha aprendido a sobrevivir con el puño e
ingenio. Conoce y se enamora de una estudiante universitaria y profesora de danza, Seo In-Hye (Park
Ha Sun), que ve un buen corazón y alma herida debajo de su exterior duro.
Cuando In-Hye se queda embarazada, Tae-san se prepara para dejar la organización,
para empezar una vida con ella. Pero él es chantajeado por el jefe de la banda,
Moon Il Seok (Jo Min Ki), que quiere que Tae-San sea haga responsable de
un asesinato y vaya a prisión en su lugar; Il-Seok lo amenaza con matar In-Hye
si se niega. Así Tae-San decide que lo mejor es que In-Hye tenga un aborto
y le lleva a la clínica para realizarse el procedimiento y cruelmente rompe con
ella, luego se va a la cárcel por varios años.
Ocho años más tarde,
Tae-San trabaja en una pequeña casa de empeño. Un día inesperadamente In Hye lo
visita, y le cuenta que ese día no aborto y que tiene una hija Seo Soo Jin (Lee
Chae Mi), que tiene leucemia y necesita un trasplante de médula ósea. Después de ir
al hospital para el análisis de sangre, Tae-San se entera de que su médula ósea es
compatible y él puede seguir con la operación de trasplante en dos semanas, In
Hye le cuenta que la niña cree que está muerto así que no quiere verlo cerca de
ella, inesperadamente ve a la niña en una silla de ruedas y lo comienza a
seguir insistiendo en que es su papá. Soo Jin lo había visto en una foto vieja
de cuando sus padres estaban saliendo, y reconoce a su padre de inmediato y se
da cuenta de que él no está muerto después de todo. Tae San está encantado de
ser capaz de hacer algo tan especial; por primera vez en su vida siente
que su vida tiene sentido.
Entretanto In Hye no le
informa a su prometido detective Im Seung Goo (Ryu Soo Young) que ha contactado
con el padre biológico de su niña y le pidió que fuera un donante; ella
simplemente le dice que encontró un donante anónimo.
Pero se ve envuelto
en una intriga cuando Il-Seok conspira con una política corrupta Jo Seo Hee (Kim
Hye Ok), para inculpar a Tae
San en el asesinato de Oh Mi Sook (Im Se Mi), una agente encubierta, que se
había infiltrado en la banda bajo las órdenes del fiscal Park Jae Kyung (Kim So
Yeon), Tae-San es encontrado en la escena del crimen cubierto de la sangre de
la víctima, es detenido y interrogado por el detective Seung Goo, que resulta ser el
prometido In Hye. Seung Woo no tiene idea de su relación con su amada In Hye y Soo
Jin, todas las pruebas encontradas evidencias que Tae San es el asesino de la
joven mujer llamada Mi Sook, pero en realidad era amigos.
Mi Sook fue asesinada
porque ella estaba trabajando con Fiscal Park Jae Kyung quien desea revelar la verdad sobre la muerte de su padre y vigilaba al jefe del crimen Il Suk, quien la descubrio y la mató a puñaladas; Mi Sook
había arriesgado su vida voluntariamente porque ella sentía que se lo debía a
su mejor amiga, Fiscal Park Jae Kyung. Cuando ella trató desesperadamente
de comunicarse con Jae Kyung, para informarle de que ella pensó que su vida
estaba en peligro, Jae Kyung había salido a un seminario en Chicago. La culpa que Jae
Kyung siente hacia los asesinados Mi Sook comienza a consumir toda su vida, y
ella también está convencida, así como Seung Woo, que Tae San debe ser el
asesino.
Cuando Tae San está
siendo trasladado de la comisaria a la prisión, hay un accidente de carretera y
Tae San es capaz de escapar de la camioneta de la policía, y se sube a una
motocicleta y huye. Su única preocupación ahora es eludir a la policía
durante dos semanas, hasta que se puede completar la operación de trasplante de
médula ósea de su hija. Le aterra que, si revela a la policía que su
verdadera conexión con su antigua novia y su pequeña hija, el jefe del crimen
Il Suk se dirigirá a ellas por venganza.
Ahora, es un
fugitivo y es buscado por la policía como un asesino, Tae San sufre una crisis
tras otra en el intento de eludir a la policía durante dos semanas. Algunas
personas que encuentra en el camino, aun sabiendo que él es causa de una
búsqueda nacional, se solidarizan con él y guardan silencio acerca de sus
diferentes ubicaciones. Inexplicablemente, muchos parecen sentir que es
inocente. Un caso especialmente memorable ocurre cuando Tae San ayuda a
entregar a un bebé por la esposa de un soldado que está lejos sirviendo a su
país. No hay nadie cerca para ayudarla y ella está en trabajo de parto. Cuando
da a luz y mantiene al bebé en sus brazos, comienza a darse cuenta de todo lo
que había perdido en su vida por no tener acceso a su bella hija de ocho años.
Mientras tanto, algunos de los detectives se están dando cuenta de que a través
de la recopilación de pruebas Tae San podría haber estado diciendo la verdad
acerca de no ser el asesino. Fiscal Jae Kyung incluso comienza a contradecir a
su compañero el detective Seung Woo, quien también es cada vez más consciente
de que su novia In Hye podría estar ocultando información de él. Desde
teléfonos públicos Tae San ha sido capaz de mantenerse en contacto de vez en
cuando con In Hye, que está aterrorizada de que Tae San no puede llegar en dos semanas,
Soo Jin, podría morir cuando terminen de extraerle la medula ósea. Con cada
llamada telefónica que recibe In Hye le devuelve las esperanzas.
Il Suk y la política Jo Seo Hee hacen lo imposible para que no descubran los
negocios ilegales. Jo Seo Hee quiere retirarse de la política y cuidar de su
hijo adulto discapacitado. Sin embargo, la policía lentamente encuentra conexiones
entre los dos y el drama
entra en su clímax. ¿Van a detener a los verdaderos criminales? ¿Tae
San será capaz de salvar la vida de su hija?¿Park Jae Kyung revela a los verdaderos responsables de la muerte de su padre? ¿In Hye descubrirá la verdadera razón por la que Tae
San las abandono?
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